Nito Artaza fue acusado de “sacarse fotos bailando para Tinelli” en plena sesión del Senado del miércoles pasado, cuando la senadora Sandra Giménez le recriminó haber llamado “inepto” al director de la represa Yacyretá, Oscar Thomas.

El senador correntino había planteado una cuestión de privilegio para repudiar a Thomas, un misionero a cargo de la Entidad Binacional Yacyretá desde 2008, que desató una polémica la semana pasada cuando escribió a través de su cuenta de Facebook que los pobladores correntinos de las zona cercanas a la represa no tenían una mejor calidad de vida porque "se dedicaron a dormir la siesta, pescar mojarras y tomar tereré".

“Tampoco hoy saben aprovechar las inversiones que hicieron los misioneros en casas de fin de semana y el gasto que realizan los trabajadores de la hidroeléctrica en la zona. Por más que se le regalara todo, la historia sería la misma. No lloren, proyecten y trabajen para tener una mejor calidad de vida”, espetó Thomas a través de la red social.

Durante la sesión, Artaza acusó a Thomas de “ofender a los correntinos”, de no haber “cumplido con los convenios firmados” y de “poner en peligro a los habitantes de la isla de Apipé”.

A los pocos minutos, la senadora kirchnerista por Misiones, Sandra Giménez, pidió otra cuestión de privilegio para responderle a Artaza: le recordó la “negligencia” del gobierno de la Alianza en Yacyretá, defendió el trabajo de Thomas –a quien llamó el único funcionario misionero del gobierno nacional- y le agradeció por permitir a Misiones “estar conectado” con el sistema eléctrico del resto del país.

Pero Giménez levantó el tono de la discusión con una dura chicana: “El trabajo y la luz que tienen hoy en Buenos Aires se debe también al trabajo de este misionero al que nosotros honramos con compromiso y responsabilidad, mientras otros se sacan fotos en los diarios bailando para Tinelli. ¿De qué se trata este tema? ¿De bailar para Tinelli para juntar votos, o de trabajar todos los días para los argentinos?”.

La polémica terminó con una respuesta de Artaza, que intentó defenderse de las acusaciones de farandulero con otra cuestión de privilegio: “Soy un artista, señora senadora. Puedo bailar mal o bien, pero defiendo a mi provincia. Por lo tanto, tampoco acepto ese argumento falaz que usted me está diciendo.”